Hoy me he despertado incomoda.
No quería andar con un cuello de tortuga rosa,
quería andar con uno color oscuro.
Me molestaba el sonido,
la respiración de la persona a mi lado rompía con la armonía de silencio en la habitación
y esto, lo único que hacía, era incrementar mi enojo.
No quería andar con un cuello de tortuga rosa,
quería andar con uno color oscuro.
Me molestaba el sonido,
la respiración de la persona a mi lado rompía con la armonía de silencio en la habitación
y esto, lo único que hacía, era incrementar mi enojo.
Odio las peleas matutinas, te arruinan el día.
Me he sentado a llorar todo el camino
y cuando llegue mi rostro estaba limpio,
sin ningún rastro de que lloraba en silencio,
pero aun siento la opresión en el pecho,
esperando un momento de debilidad para caer de rodillas y no parar.
¿Qué haces cuando sientes que el mundo se te viene encima?
Chica Lunática