No me gusta la navidad. En general no me
gusta diciembre. Se siente un ambiente de “paz” y “alegría” bastante fingido,
bastante hipócrita. Claro que no siempre fue así, pero supongo que cuando se es
niño no se percibe la realidad, por lo
menos no con la intensidad necesaria para… ¿comprenderla? Por lo menos
acercarse un poco a esto, ya que a decir verdad es incomprensible. En fin, no
me gusta mucho este mes, por ese falso ambiente. Mi familia no se lleva muy
bien junta al parecer, cosa que me percate hace poco; aun así, y sospecho que
más por una cuestión de tradición y apariencia, las festividades decembrinas se
pasan en familia, lo que es de por si incomodo. ¿Al que no le gusta la sopa le
sirven doble? Si que aplica para el caso, dos fiestas con diferencia de una
semana. Un mes ajetreado donde se requiere mantener una fingida sonrisa con
personas que incluso ni recuerdas; pero como es navidad, se visita hasta al
primo del primo del primo del tío de tu padre que vive al otro extremo de la
ciudad. Eso es navidad, el mes de acordarse de los olvidados, sonreír
falsamente, gastar mucho dinero y mantener la mejor mascarada desarrollada en
el año.
--Lindo cielo- escuche su voz a mi lado
mientras imitaba mi posición, apoyando los antebrazos sobre el medio muro,
recargando un poco el cuerpo en este, mientras miraba el firmamento- ¿qué
hacemos aquí? – pregunto sin mirarme.
- No sé tu, yo sólo respiro
-¡tanto drama! – agrego en un tono burlesco
mientras me daba un pequeño empujón con su hombro y su boca formaba una sonrisa.
En respuesta me encogí un poco de hombros
-No es novedad- agregué
Se incorporo dejando el apoyo del muro. Mire
sobre mi hombro mientras se acercaba al lavadero.
-cielo sin nubes para ver lindas estrellas-
me hablo mientras recogía agua en una vasija de plástico- me parece un lindo
regalo- siguió mientras yo volvia la vista hacia una titilante estrella a la
que le veía cambiar de color. Escuche ruido de una bolsa y luego sus pasos regresando. Coloco la vasija sobre el
muro, y saco del bolsillo de su chaqueta uno de sus artilugios favoritos: en
plástico se formaba una “c” del alfabeto élfico, terminando en uno de sus
extremos con un aro de alambre enroscado, como los resortes, mientras que el
otro lado apuntaba hacia este, y se conectaba con la proyección larga. Sumergió
la parte del alambre en el agua jabonosa, se llevo el extremo del tubo plástico
a los labios y soplo. El jabón se extendió un poco formando una pequeña cúpula
sobre el alambre y luego desapareció en el aire.
-¡no ha salido!- se quejo mientras volvía a
sumergirlo en el agua.
Sonreí y le observe mientras repetía el
proceso.
-Ahí, ¡mira!- menciono mientras señalaba la
burbuja que se deslizaba en el aire mientras caía hacia la oscuridad. Aún con
la luz de la luna, se perdía con facilidad- haz una tu- me animo. Acepte
tomando el instrumento, y soplé. Una pequeña burbuja se desprendió del extremo
alambrado. Río a mi lado
- Que pequeña. Presta, haré una burbuja
grandotota- menciono quitándome el instrumento para hacerlas. Tomo agua jabón y
soplo, despacio pero constante
-Bien hecho- mencione cuando una gran burbuja
empezó a descender hacia el campo vacio que colindaba con la espalda de la
casa.
- A que no puedes superar esa- retó con una
sonrisa
- Ciertamente, no lo creo
Arrugo el cejo ante mi poco espíritu competitivo
-No seas flojo- menciono a forma de regañina.
Deje escapar una risilla mientras seguía con la vista la burbuja casi
invisible.
-Con la práctica que tienes, no sacaré
ninguna mejor- conteste
Trono en el cielo la explosión de un pirotécnico
al tiempo que salpicaba con el verde luminoso el cielo oscuro
-Mira- exclamo con emoción mientras su índice
señalaba hacia los juegos pirotécnicos que apenas iniciaban. Giré mi cabeza
hacia la derecha, observando con detenimiento como era reemplazado el color
verde ahora por estelas rojas y moradas. Observe la trayectoria de un pequeño
punto encendido que subía, luego estallo dispersándose en el aire y con un
cosquilleo se desprendieron ligeras chispitas doradas en el cielo- Waaaaao ¡que
lindo!-menciono mientras miraba el cielo casi sin parpadear para no perderse
nada. Sonreí sinceramente, al menos alguien disfrutaba de la navidad.
- Chicos, están quemando pólvora- escuche la
voz de mi madre desde abajo.
-Gracias, lo vemos desde acá- respondí
gritando para que pudiera oírme- desde la calle se ha de ver mejor- comente
luego, ya que desde la posición actual las otras casas tapaban parte del espectáculo.
-¿Quieres que bajemos?
-Yo me quedo
-amargado- dictamino junto con una mirada
rápida hacia mí para luego regresar a posarla sobre las explosiones de color en
el cielo. Después de un revoloteo de chispas rojas, verdes y doradas volvió el silencio
nocturno de la ciudad. Le escuche suspirar, consulto su reloj, hizo otra
burbuja que salió acompañada de una segunda más pequeña.
- Han de estar por cenar. Mejor entramos, además
hace algo de frío.
Asentí con la cabeza. Caminamos hacia la
casa, despacio. Dejó la vasija con agua sobre el lavadero y guardo las manos en
sus bolsillos. Me miro sonriendo ligeramente.
-Pareces en un funeral. Alégrate un poco
¿quieres?
-Haré mi mayor esfuerzo- aseguré- ¿vendrás a
las doce?- Me miró con sorpresa y duda- Por favor.
No sé si fue la suplica que debió expresar
mis ojos, o un mínimo deseo por realmente pasar otro rato conmigo, pero asintió
con la cabeza
-doce y quince, lo prometo. Pero a cambio,
escribirás algo de navidad, y tiene que ser alegre
-¿alegre?- repetí sin mucho ánimo- ¿qué tal
bonito?- intenté negociar.
- No, alegre no es lo mismo que bonito.
Puedes embellecer la más trágica muerte, así que lo que quiero es que sea
alegre ¿vale?- Suspire- no te hagas de rogar, con lo bien que se te da, seguro
lo logras fácilmente
La miré sin estar muy convencido
-Vale, lo intentaré
-Genial, y trata de disfrutar la noche, no
puede resultar tan malo, sólo sonríe - me guiño el ojo- Te veo más tarde- La
punta de su pequeña nariz fría rozo mi piel cuando me besó en la mejilla, sonrió
con su característica alegría y se encamino por el pasillo, dando pequeños saltitos, para regresar abajo.
Volví la vista hacia la luna
-Alegre- musite. Qué esperaba que escribiera,
¿sobre este mismo cielo y este mismo
lugar, la misma escena de hace minutos con un final en el que tomaba con
suavidad su rostro y la besaba en los labios? Negué con la cabeza al darme
cuenta de mis pensamientos.
Cerré la puerta de la terraza cuando entre de nuevo
en casa. Guarde las manos en mis bolsillos mientras bajaba las escaleras. Parecía
un bonito y feliz final de un pequeño relato…una alegre navidad, con ella
presente todo es así: alegre.
-¿pero de qué vas?- susurre- es tu mejor
amiga- me recordé. Sonreí al llegar al primer piso, donde familia y conocidos
se encontraban reunidos, me uní a ellos escuchando sus conversaciones que poco me importaban mientras esperaba el tiempo pasará rápido….por lo menos hasta
las 12:15 a.m.
- Jeremy OlNi-