No me despierto ni me gusta levantarme temprano en las mañanas.
Me gusta quedarme hecha un ovillo, envuelta en las cobijas una vez que soy consciente del nuevo día, llamando de nuevo al sueño; por que me encanta dormir.
Durmiendo no hago nada, y mi realidad se diluye en la inconsciencia, es el momento donde respiro de la vida que me ahoga....y además, siempre existe la posibilidad de no despertar nunca más. Cada vez que cierro los ojos y me sumerjo en el sueño se abre la posibilidad de no regresar. Es lo mejor de dormir, soñando con los párpados no volver a abrir.
Jeremy OlNi
Imagen tomada prestada de Internet
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